Es por todos conocidos que uno de los mayores riesgos de la liberación de animales de granja es la posible transmisión de agentes infecciosos que pueden causar enfermedades graves en los congéneres silvestres.
En el caso de la perdiz roja, la mayoría de granjas someten a un estricto control sanitario a sus animales pero cuando se utilizan animales de dudosa procedencia o escasa calidad existe un riego de transmisión entre los liberados y los silvestres ya que pueden tener contacto los unos con los otros y pueden compartir bebederos, comederos y lugares de refugio.
Con objeto de poner un poco de “luz” al asunto, Diego Villanúa y sus colaboradores estudiaron los parásitos y el peso de 99 perdices: 46 procedentes de fincas en las que se llevaban a cabo sueltas con frecuencia y 53 que habían sido cazadas en fincas de lugares cercanos pero en las que no se habían soltado perdices de granja en los últimos diez años.
Se identificaron cuatro especies de nematodos (Heterakis gallinarum, Aonchoteca caudinflata, Eucoleus contortus y Cheilospirura gruveli) y dos especies de cestodos (Raillietina tetragona y Skryabinia bolivari). Las fincas en las que se habían liberado perdices mostraron mayor diversidad de parásitos y prevalencias elevadas, es decir, que las perdices de las fincas con sueltas “tenían” más parásitos que las perdices procedentes de las zonas libres de sueltas. Además, los autores apuntan que algunos de los parásitos identificados, A. caundinflata y S. bolivari, son típicos de perdices de granja, por lo que se confirma que puede suceder una transmisión de agente patógenos entre perdices de granja y silvestres.
De otra parte, la condición corporal de las perdices en zonas sin sueltas fue mejor si bien no se encontró relación alguna con el estado parasitario.
¿Cuáles son las recomendaciones de los autores?
Los resultados de este estudio sugieren que es preciso controlar el origen de las perdices rojas liberadas, asegurando que cuenten con un adecuado control veterinario en la explotación, ya que es evidente que existe un riego sanitario para las perdices silvestres.
Pese a que la transmisión de parásitos entre granja-campo no tenga por qué siempre desembocar en la aparición de animales enfermos o muertos, los parásitos de las perdices de granja pueden “romper” el equilibrio parasitario que tienen las perdices silvestres.
Por tanto, cuando decidas soltar perdices en tu coto asegúrate de que su procedencia se encuentra acreditada por una granja seria y con todas las garantías genéticas y sanitarias para evitar que lo barato salga caro a la larga.
Si quieres conocer todos los secretos sobre la perdiz roja, sanidad, gestión recuperación.., apúntate en nuestro Curso online sobre Gestión Integral de Perdiz Roja en Terrenos Cinegéticos. ¡Te esperamos!
Referencia del trabajo:
Villanúa, D., Pérez-Rodríguez, L., Casas, F., Alzaga, V., Acevedo, P., Viñuela, J., & Gortázar, C. (2008). Sanitary risks of red-legged partridge releases: introduction of parasites. European Journal of Wildlife Research, 54(2), 199-204.