Durante las últimas semanas estamos asistiendo atónitos a la situación generada en Castilla y León en relación con la tuberculosis animal y la persecución orquestada contra los veterinarios de la administración, que no hacen más que llevar a cabo su trabajo de una forma ejemplar.
Gracias a ello, durante los últimos años, este territorio había conseguido importantes logros en relación con la gestión de la enfermedad, emprendiendo un camino hacia su erradicación que ya habían conseguido algunas provincias como León, Valladolid y Burgos.
Desde hace algún tiempo, todo este trabajo se ha visto comprometido por decisiones políticas que no hacen ningún bien a la ganadería y comprometen a medio y largo plazo su viabilidad, ante el riesgo de un incremento en la prevalencia de la enfermedad o el bloqueo de los mercados entre otros.
La tuberculosis es una enfermedad compleja, en la que la fauna silvestre puede jugar un papel importante y, sobre cuya gestión se pueden emplear herramientas que mejoran la situación sanitaria de los animales, tanto silvestres como domésticos.
Hace algún tiempo tuvimos la enorme suerte de participar en un proyecto europeo cuyo objetivo no era otro que mejorar la gestión de la ganadería extensiva y la fauna silvestre para reducir la prevalencia de tuberculosis animal.
Durante varios años trabajamos con algunos de los principales expertos en tuberculosis animal en España, como Beatriz Romero, directora del Centro Mundial de Referencia sobre Tuberculosis Animal ubicado en Madrid (VISAVET-UCM) o Christian Gortazar, doctor veterinario e investigador del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) del CSIC en Ciudad Real y que contó con la participación de entidades como la Fundación Artemisan o la Interprofesional de la Carne de Caza (ASICCAZA) entre otros.
A lo largo de este tiempo se eligieron 10 espacios piloto con diferentes puntos de partida en relación con la situación de la tuberculosis tanto en la ganadería como en la fauna silvestre del entorno y se aplicaron varias medidas de gestión encaminadas a reducir las prevalencias de tuberculosis en ambas.
Entre otras medidas se aplicaron el control de acceso a puntos de agua y alimento, la gestión de vallados, el control de movimiento de animales, la gestión de subproductos de cacerías y, por supuesto, la aplicación de la normativa vigente en relación con al realización de las correspondientes campañas de sanemiento ganadero, obteniendo resultados muy positivos.
Además del trabajo de campo se elaboraron vídeos y se hicieron publicaciones destinadas a ganaderos, gestores cinegéticos y veterinarios y, entre otras, se publicó una con 50 Preguntas y Respuestas sobre Tuberculosis Animal que puedes descargar gratis AQUÍ
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¡Te esperamos!