Las marcas ornamentales que muchas especies presentan en su cuerpo tienen gran importancia en el comportamiento, como en el caso de muchas faisánidas que poseen llamativos ornamentos sexuales.
Por ello los autores de este estudio, Papeschi y colaboradores, se preguntaron cuáles eran las características morfológicas que mayor importancia tienen en las relaciones inter e intraespecíficas, es decir, entre individuos de la misma especie y con los de otras especies distintas.
Está demostrado que las carúnculas oculares, la longitud de la cola y las espuelas tarsales de los machos repercuten en la estructura social, sin embargo, los resultados de los estudios resultan en cierta manera contradictorios. La única de estas características cuyo tamaño está directamente relacionado con los niveles de testosterona es la carúncula ocular. El tamaño de estás marcas es extremadamente variable en todas las galliformes, siendo capaces de transmitir información de la condición y motivación del animal a los oponentes de manera inmediata y precisa, a diferencia de aquellas marcas estáticas (tamaño de la cola y del espolón) invariables a lo largo del año, exceptuando durante crecimiento, claro está.
El estudio se llevo a cabo en área al sur de Inglaterra, donde existe un hábitat propicio para la especie. Los animales se capturaron a primera hora de la mañana, realizándose durante un breve período (aproximadamente 10 minutos) la medición de diversos parámetros morfológicos (masa corporal, longitud de cola, tamaño del la carúncula ocular y longitud de los espolones entre otros), siendo a su vez marcados. Se incluyeron en el trabajo sólo a los individuos de un año de edad, ya que los individuos adultos presentan un mayor desarrollo de los ornamentos sexuales. También se llevo a cabo una observación del comportamiento en la naturaleza de los animales, anotando la visibilidad de las barbillas y número de cantos que realizaron.
Los machos se clasificaron según su comportamiento en, machos sexualmente inactivos o periféricos, machos activos sin territorio y machos territoriales.
Tras la realización del análisis estadístico correspondiente, los resultados mostraron como único factor determinante el tamaño de la carúncula ocular, independientemente del peso del animal, siendo mayor en los machos territoriales.
Los autores relacionan el tamaño de la carúncula ocular con la capacidad del macho de obtener territorio durante el período de cría, mientras que los demás parámetros no muestran una clara relación. Aclaran también que son las marcas ornamentales que contienen carotenoides (no melanina como sucede en el caso de los lunares) las que mayor importancia tienen tanto por el aspecto como por el comportamiento. Estás marcas muestran una rápida variación consecuencia de las proteínas que ingieren en la dieta. La función de estos ornamentos será establecer una jerarquía entre los machos y por ende en la elección de la hembra de una forma no agresiva, evitando en la medida de lo posible las duras peleas entre los machos (con el espolón como arma), minimizando así los riesgos y daños del perdedor.
El tamaño de la carúncula esta influenciado por los niveles de testosterona y la condición corporal del animal y los cambios morfológicos de la misma pueden realizarse en poco tiempo, lo que le permite mostrar su estado y disposición para la lucha sin necesidad de llevarla a cabo. Podemos afirmar que se puede considerar como un signo de evolución “pacifica” de los animales, mostrando previamente sus armas antes de entrar en batalla.
Referencia del trabajo:
Papeschi, A., Carroll, J. P., & DessÌ-Fulgheri, F. (2003). Wattle size is correlated with male territorial rank in juvenile ring-necked pheasants.The Cooper Ornithological Society. The Condor, 105(2), 362-366.
