En muchos de nuestros cotos hemos realizado repoblaciones con conejo de monte utilizando conejos capturados en otras fincas, lo que conocemos como "translocación" o desde explotaciones cinegéticas.
Por lo general, la efectividad de estas repoblaciones no siempre es satisfactoria, con un gran número de conejos muertos durante la primera semana de vida.
El uso de vallado en las zonas en las que se realizan las sueltas suele ser una práctica para favorecer el "asentamiento" de los conejos pero, ¿es realmente efectivo?
Un trabajo firmado por Rouco y colaboradores estudió la efectividad de los vallados en repoblaciones de conejo de monte.
Para ello se estudiaron cuatro repoblaciones, soltando a los conejos en parcelas de 4 hectáreas de superficie, provistas cada una de 18 vivares artificiales. Todos los conejos permanecieron encerrados en los vivares durante la primera semana, abriéndose al séptimo día. Unos vivares se vallaron durante una semana para evitar la entrada de predadores y otros no tuvieron vallado alguno.
Se utilizaron un total de 724 conejos, realizando radio-seguimiento en 45. Tras la liberación, se pudo comprobar que a los tres meses de la suelta, los conejos procedentes de vivares sin vallado sobrevivieron en mayor proporción que los que procedían de vivares con vallado (57% de conejos vivos frente al 40%), contrariamente a lo que se había pensado. Aunque no se desaconseja el vallado de los vivares durante los primeros días, no parece ser un factor tan importante como se pensaba.
Según los autores, el control de los predadores no es más importante que la adaptación de los conejos al nuevo terreno que han de habitar, luego no sólo debemos pensar en "tener a raya" a predadores como el zorro, sino también promover un buen hábitat para que los conejos se vayan abriendo camino y tratar de emplear animales de la máxima calidad genética, sanitaria y etológica posible, asegurando siempre que el origen de los mismos sea adecuado.
En todo caso, hay que tener en cuenta que el estudio partió de un cercado de gran tamaño y, como siempre, es necesario interpretar los resultados de forma cauta. Sin embargo, desde nuestra experiencia, este hecho se puede replicar aún con mayor intensidad cuando los cercados son excesivamente reducidos y pretendemos mantener un alto número de animales durante mucho tiempo. No debemos olvidar que los conejos son animales sociales, pero muy jerárquicos, lo que provoca disputas reiteradas entre congéneres que pueden dar lugar a agresiones con mordeduras, castraciones o incluso canibalismo de camadas.
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Referencia del trabajo:
ROUCO, C., FERRERAS, P., CASTRO, F., VILLAFUERTE, R. The effect of exclusion of terrestrial predators on short-term survival of translocated European wild rabbits. 2008. Wildlife Research, vol. 35, pp. 625–632.
