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Botulismo en aves acuáticas
Sanidad

El botulismo aviar puede ser expandido por moscas necrófagas adultas

Causa la muerte a gran cantidad de aves cinegéticas acuáticas

06 October 2014

El botulismo es una enfermedad causada por la ingesta de la toxina que produce la bacteria Clostridium botulinum y que provoca la intoxicación y muerte de las aves. Sin duda, se trata de una de las enfermedades más letales para la avifauna al ser capaz de matar miles de aves silvestres en un corto espacio de tiempo. La bacteria suele aparecer durante los meses estivales porque es cuando más frecuentemente se dan las condiciones de temperatura o existe abundante materia orgánica en el agua y en los sedimentos del humedal para su desarrollo.

El pasado verano se declaró un brote botulínico en parques urbanos y humedales de Vitoria que hasta comienzos de septiembre había afectado ya a algo más de 600 aves, siendo el ánade azulón la especie más afectada, aunque entre sus víctimas también figuran ejemplares muertos o enfermos de fochas comunes, gallinetas, somormujos, ánades frisos, patos cuchara, cercetas comunes, porrones, espátulas, garzas reales, cigüeñas, garcetas, y un abanico de pequeños pájaros como martines pescadores, rascones, andarríos, correlimos, chochines y mosquiteros.

Los antecedentes más graves de esta enfermedad en nuestro país ocurrieron en Doñana en 1973 y en las Tablas de Taimiel en 1999, años en los que aparecieron más de 50.000 y 110.000 aves muertas, respectivamente. Para conseguir la erradicación de los brotes y evitar su expansión a otros humedales, es muy importante la recogida de cadáveres y aves enfermas.

Ahora, investigadores españoles del CSIC han corroborado que las moscas necrófagas adultas pueden ayudar a la expansión de los brotes de botulismo aviar, ya que pueden transportar la bacteria Clostridium botulinum entre los cadáveres de las aves acuáticas. Para llegar a estos resultados, los investigadores depositaron cadáveres de aves libres de botulismo dentro de recipientes sólo accesibles para las moscas. Después, colocaron los recipientes en dos zonas: en humedales donde se estaban produciendo brotes de botulismo y en zonas sin brotes de esta enfermedad. Durante este experimento de campo, el 27,5% de los cadáveres colocados en humedales afectados con brotes de botulismo desarrolló larvas de moscas infectadas por C. botulinum. Por el contrario, en los recipientes colocados en lugares donde no había brote no se detectaron larvas portadoras del microorganismo.

Estos resultados pueden tener implicaciones en la epidemiología de la enfermedad y en su control. Si deseáis saber más sobre las enfermedades que afectan a la caza menor os recordamos que podéis matricularos de nuestro curso online sobre el tema pinchando aquí:

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Referencia del trabajo:

Anza, I., Vidal, D., & Mateo, R. (2014). New insight in the epidemiology of avian botulism outbreaks: necrophagous flies as vectors of Clostridium botulinum type C/D. Environmental microbiology reports.

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