En nuestro lenguaje hay ciertas palabras o expresiones que no tienen mucho sentido; una de ellas son "las malas hierbas".
Estas hierbas que crecen sin ser plantadas, son ciertamente perjudiciales para la agricultura y poco estéticas para nuestro jardín o patio, pero en realidad resultan ser un auténtico edén para la biodiversidad de nuestros cotos.
Muchas especies de insectos dependen de ellas para sobrevivir, proporcionando alimento a otras especies, incluyéndose aquí un gran número de aves insectívoras como las perdices, que como todos sabemos tienen importantes necesidades de estos invertebrados cuando son perdigones.
¿Y qué me dicen de las flores que pueden crecer en estas "malas hierbas"? Pues todavía les dan más valor, porque los insectos polinizadores no pueden sacar el polen de debajo de las piedras, lamentablemente.
De nuevo, las cosas no son lo que parecen. Y al final va a ser que las tiras de malas hierbas que tenemos en nuestro coto van a ser de lo mejorcito que tenemos...
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