La mixomatosis es un proceso vírico que afecta al conejo de monte desde los años 50 del siglo pasado.
Cuando apareció en España por primera vez, supuso un varapalo sin precedentes para la especie. Sin embargo, parece que en los últimos años algunos conejos han sido capaces de ir generando defensas que evitan su muerte, aunque aún no son suficientes y muchas poblaciones se ven diezmadas año tras año, llegando algunas incluso a desaparecer.
Además, se trata de un proceso intimamente ligado a la presencia de vectores, principalmente pulgas, que transmiten la enfermedad entre animales enfermos y sanos, por lo que solía asociarse a los momentos en los que estos agentes eran más abundantes.
En la actualidad estos patrones tan cíclicos se han ido modificando, probablemente debido a los notables cambios en la climatología que estamos viviendo en los últimos tiempos. En ese sentido, este año concretamente, en muchos territorios, al menos del centro peninsular, parece que el brote que se esperaba en primavera o inicios del verano no ocurrió, y cuando ya parecía que los conejos iban a llegar bien a la temporada de caza, el virus surgió con fuerza y muchos ejemplares han ido muriendo, e incluso los estamos cazando estos primeros días de la temporada con signos evidentes de mixomatosis.
Un trabajo de García-Bocanegra y colaboradores, que hemos comentado en la sección de sanidad, recogió el pasado año datos que tratan de encontrar explicaciones a esta situación y a la enfermedad en si.