Hace pocas semanas se publicó un interesante artículo científico sobre un trabajo realizado por el grupo de Ecotoxicología del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) de la Universidad de Castilla-La Mancha, que trataba de encontrar lo que muchos ya suponíamos, el efecto de las semillas tratadas con plaguicidas en la perdiz roja.
Este estudio advierte, en sus conclusiones, de los efectos nocivos en la perdiz roja que tiene el consumo de grandes cantidades de semillas tratadas con plaguicidas en poco espacio de tiempo. Estas semillas se utilizan como una práctica agrícola habitual en nuestros campos con el ánimo de maximizar las producciones y reducir el riesgo de plagas, aunque muchas veces se intentan "matar moscas a cañonazos".
Se realizó un protocolo con perdices cautivas alimentadas con semillas tratadas con un insecticida, imidacloprid, y dos fungicidas, tiram y difenoconazol, habitualmente usados en la agricultura convencional a dosis recomendadas en un lote y al doble de lo recomendado en otro durante diez días. Tras este periodo, a dosis elevadas el imidacloprid alcanzó una tasa de mortalidad de más del 58% y el tiram de más del 40% de los animales tratados. Cuando se emplearon a dosis normales se produjeron algunos efectos deletéreos que, aunque no causaron la muerte de los animales, si provocaron algunas alteraciones como cambios en la coloración, reducción de la viabilidad de polladas futuras, reducción de las puestas, menor tamaño de huevos o reducción de la respuesta inmunitaria entre otros.
Por todo ello, el estudio concluye que, de forma natural, las perdices y otras aves granívoras podrían "elegir" semillas no tratadas en su dieta cuando hay otras alternativas, si bien, en determinados periodos, como puede ser en otoño durante las siembras de cereal de ciclo largo, esta situación es compleja con escasez de alimento en muchas zonas y, probablemente, los animales se vean obligados a consumir este producto que, seguramente no llegaría a causar su mortalidad directa de forma general salvo con ingestiones masivas, pero si podría influir de forma determinante, año tras año, en la reducción de las puestas, menor viabilidad de las polladas y, en general, alteraciones reproductivas que, sin duda, están afectando a la especie a medio y largo plazo.
A pesar de que los datos encontrados, como apuntábamos al inicio, podríamos intuirlos, es fundamental contar con trabajos rigurosos con los que poder respaldar nuestras impresiones y, por tanto, contar con un apoyo rotundo de cara a buscar soluciones y "negociar" una posible regulación de ésta u otras prácticas agrícolas agresivas con las administraciones competentes.
La referencia completa del artículo es:
LOPEZ-ANTIA, A., ORTIZ-SANTALIESTRA, M.E., MOUGEOT, F., MATEO, R. Experimental exposure of red-legged partridges (Alectoris rufa) to seeds coated with imidacloprid, thiram and difenoconazole.Ecotoxicology. 2013 Jan;22(1):125-38. doi: 10.1007/s10646-012-1009-x. Epub 2012 Oct 31.
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