La lengua azul es un proceso de origen africano, que afecta principalmente a rumiantes domésticos, se contagia a través de la picadura de mosquitos y causa importantes pérdidas económicas en la ganadería cuando aparece.
Hace unos días se publicaba en medios especializados una noticia en relación con un interesante estudio llevado a cabo en la Universidad de Barcelona sobre la lengua azul y el papel de los ciervos como reservorio (mantienen el virus pero no tienen síntomas) de la enfermedad.
Es una enfermedad de declaración obligatoria que implica el sacrificio de los animales afectados para controlar su dispersión y se invierten grandes esfuerzos en su control, planteando incluso grandes campañas de vacunación de la cabaña ganadera bovina, ovina y caprina con el ánimo de prevenir su presencia.
Este estudio demuestra que las Autoridades Sanitarias no solo deben centrar sus esfuerzos en los animales domésticos, sino que deberían tener más en cuenta a la fauna silvestre como reservorio de muchos procesos y que los cazadores deberían jugar un papel fundamental, deberían valorarse más y deberían ser tenidos más en cuenta.
Con la caza es posible acceder a una gran cantidad de animales y, por tanto, a numerosísimas muestras que, bien analizadas e interpretadas, podrían ayudarnos a sacar importantes conclusiones. Ésto incrementaría notablemente la eficacia de los diferentes planes de prevención y control de enfermedades de la ganadería que, año tras año, requieren de enormes partidas presupuestarias y no siempre alcanzan el éxito deseado.
En la sección de sanidad de nuestra web hemos preparado un sencillo artículo que describe un poco más este proceso, sus repercusiones y el papel de la fauna cinegética en su mantenimiento y dispersión.