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La caza y la crisis. O no.

14 March 2013

El pasado fin de semana se celebró una de las subastas de referencia en lo que a la caza mayor respecta en nuestro panorama cinegético nacional, la de la Reserva Regional de Caza "Sierra de la Culebra" en la provincia de Zamora, territorio caracterizado, además de por su belleza, por la excelencia de sus venados y lobos y su abundancia, sobre todo la de estos últimos, siendo el territorio con densidades más elevadas de toda España.

Se subastaron en total 6 corzos, 9 ciervos medallables y 2 no medallables, 4 lobos en aguardo y 3 monterías, que en total alacanzaron una suma final de 60.250 euros en una de las subastas con más interés pero económicamente más flojas de los últimos años, quedando incluso desiertas dos de las tres monterías ofrecidas. En cuanto al valor individual de los ejemplares subastados, destaca el lobo de mayor precio que se adjudicó por 3.700 euros o el venado más caro que alcanzó los 4500 euros, quedando muy lejos de valores pagados años atrás en los que algunos ejemplares de ambas especies superaban los 9000 €.

Ante estos resultados cabe preguntarse que está pasando en el mundo cinegético para que se esté produciendo esta llamativa caída de precios en las Reservas de Caza, que son también fiel reflejo de lo que ocurre en muchos otros cotos de toda la geografía española.

Sin duda a todos se nos viene a la cabeza la intensa y prolongada crisis económica que estamos atravesando y a la que la caza no es ajena. Sin embargo, si vamos un poco más allá, quizás podríamos plantear también otra cuestión, ¿se acercan más estos precios a la realidad o los anteriores? Al final, como en casi todo, la respuesta la tiene la ley de la oferta y la demanda, probablemente generada años atrás por algunos que, habiendo triunfado en sus negocios, encontraron en la caza un lugar donde gastar sus beneficios, atraídos no siempre por el verdadero espíritu cinegético y de naturaleza que todo buen cazador debe tener, sino más bien por tratarse de una moda o incluso una actividad "snob" como el que se apunta a hacer puenting.

Esta situación tuvo su lado bueno por la importante oportunidad generada para profesionales que orientaron sus servicios cinegéticos a satisfacer a este tipo de clientes, así como por la cantidad de recursos repercutían directamente en propietarios o titulares de cotos o fincas, por no hablar también del impulso social (relativo) que suponía la participación de determinadas personalidades en eventos de caza.

Sin embargo, para muchos de nosotros, esta situación contaba también con muchos aspectos negativos centrados casi todos en una expresión, la "desnaturalización" de la caza y su uso como medio de relación, sin importar el animal abatido o el entorno donde se realiza el lance, una pérdida de las raices de una actividad ancestral que dificultaba el acceso a determinados terrenos y trofeos a cazadores de los de "a pie" que ya no podían pagar los precios que se estaban alcanzando y tentaba a otros a reforzar sus poblaciones con animales de dudosos orígenes.

A la vista de estos y otros muchos datos, parece que todo el sistema se está volviendo a reajustar y probablemente el propio sector consiga retornar a un punto más cercano a sus orígenes en los que los que cazan sentían la caza por eso, a pesar de todo quizás la crisis económica no sea tal para la cinegética.

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